miércoles, 22 de agosto de 2012

La maldición de Carlitos A

En este tiempo de retraimiento y clausura, me di cuenta de algo.  Estoy maldita, o maldecida, no sé.  El otro día mientras me estaba bañando me acordé de Carlitos, Carlitos A. (digo así porque quiero cuidar su identidad ... después de todo una nunca sabe quien puede estar siendo seguido por la Interpol, el FBI o ser parte de un programa de protección de testigos). 

Carlitos A.  fue el primer chico que se me "tiró".  La cosa fue más o menos así:  a la tierna edad de 8 años, Carlitos A., me dijo que gustaba de mí y me regaló un Dos Corazones.  Bah, en realidad sólo me regaló uno.  Está bien que Carlitos A. estuviera "enamorado" de mi versión de palomita gris  .... no por lo mugrienta, por el jumper, digo,  pero tampoco era boludo.  Una cosa es compartir un chocolate y otra regalarlo todo.  Cuando le conté esto a mis amigas me dijeron que era un "gesto romántico" y saltaron con "uno para vos y otro para él, sumados son los dos" Yo no sé, para mi era más "tomá te doy este pedazo que es más chiquito que el otro. Así el grande me queda a mi"

Bueno como sea, la cosa es que Carlitos A. no sólo me regaló uno de los corazones sino que además me dio el poemita ese.  Y yo creo que ese, ese fue el principio del fin.  Claramente yo a los 8, 18 o 28 años no estaba preparada para hacerme cargo de tremenda declaración, imaginate el poemita decía:  "Tus ojos son ternura,
tu mirada es pasión,
y tu carita risueña
me tiene loco/a de amor"  Así que no pude más que rechazarlo y seguir jugando a las escondidas.  Así que bueno, como te decía me di cuenta de que estoy presa de una maldición.  Así que bueno, esto ya no es más trabajo para la Psicoloca, que igual ya me había dado el raje.  Así que bueno, saqué turno para la astróloga.  Y si no resulta, ya tengo  el telefóno de una tarotista de confianza, tampoco es cuestión de dejar los temas de la adivinación en manos de cualquiera. Antes de que me olvide .... qué grande los de Felipe Fort ... esto de la   /a  en  "loco" es tan práctico como romántico, te genera una sensación de "especialidad" única, che....

Imagen vía: Felfort