miércoles, 30 de diciembre de 2009

New Year´s resolution

Siempre fui reacia a estas cosas, pero varios de los nerds con los que trabajo engancharon así. Hasta Lorena encontró al antecesor de Esteban así. Así que mejor me dejo de darle vueltas y pensarlo y me inscribo en esas páginas para conocer gente por la Internet. Ahí está nada de grandes resoluciones que nunca voy a cumplir. Nada de plantar un árbol, escribir un libro o tener un chico. Pequeñas concreciones. “Inscribite en el chat y dejate de romper las pelotas, querés!!”

lunes, 28 de diciembre de 2009

Tell me why I don´t like Christmas

La ensalada rusa (a pesar de mis cercanos orígenes, no sé a veces me gusta y a veces no).
El lechón
(yo no te como lechón a menos que no haya otra cosa). El calor (aunque me molesta salir a la puerta en vestidito y volver a buscarme el saco porque me cago de frío).
Los regalos (estoy hasta los ovarios de regalos para mi casa. Quiero regalos para MI PERSONA, suficiente casa. Basta de tarritos, repasadores, saleritos, toallas, velitas y bla).
Los cohetes, esos que hacen ruido
(no me gusta endrogar a Tomasita, alias Castigo como le puso Gustavo).
Los cohetes esos que hacen ruido II
(estoy harrrta de los pendejos que te los tiran al lado. Sólo se aceptan fuegos de artificio).
La champaña (no me gusta brindar con eso, es seco. Aunque si no comiste te agarrás un pedo de aquellos entonces si la navidad te pega melanco te vas a dormir y chau).
La pregunta “Y NENA, VOS EL NOVIO PA’ CUÁNDO, EH?” “SOS LA ÚNICA QUE FALTA, EH!”
(creo que hice bien en encanutarme otra botella de champaña, aunque no te guste o te duela un poquito al principio vos seguí nena, que después la pasás bien)

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Pablo: ¿La historia continua?

Y cuando ya había pensado que Pablo era parte del pasado pisado, el pibe (y su labrador, claro) se me aparecen mientras Tomasita estaba haciendo un pis.

Pablo:- Andre! Hola!
Andre:- Hola Pablo, perame un minuto (a Tomasita) Bien! Así se hace. (le palmeé el lomo y volví a Pablo) Perdón, es que cuando hace pis afuera de casa la tengo que felicitar, todavía es cachorra …. Vos entenderás
Pablo:- Sí, claro que entiendo, el mío me volvió loco los primeros meses. Ahora a la que no entiendo es a vos.
Andre:- Somos dos Pablo, yo tampoco suelo entenderme
Pablo:- ¿Qué cosa tan mala pude haber hecho para que desaparecieras así?
Andre:- (Tierra tragame) Esteeeeeee, no sé nada. Qué sé yo. Simplemente, no sé. No se dio. No es la primera vez que pasa ni será la última.
Pablo:- Sí, ya sé. Me di cuenta de eso. Ahora quiero saber si hubo algo que te molestara particularmente como para no repetirlo …
Andre:- (Zeus hacete presente y sacame de acá) ¡Ay, Pablo! No sé. Cada persona es diferente quizá lo que me molesta a mi a otra le encanta. Y lo que le molesta a otra para mi sea lo más.
Pablo:- Sí, está bien. Pero no me estás ayudando…
Andre:- (esto me está empezando a hinchar los ovarios) ¡Ay, no sé no sé! Pablo ya te dije.
Pablo:- No, no me dijiste nada. Decime.
Andre:- Bueno, te puedo decir que esto que estás haciendo ahora me molesta. Si no se dio, no se dio. No es ninguno de los dos. Una vez hice esto mismo que estás haciendo vos ahora y mantuve una conversación de hora y media preguntando los porqué no. Y la verdad ,Pablo no sirve para nada. El pibe terminó dándome consejos de cómo relacionarme con los tipos. Zeus! ¿qué le pasa a este pibe? ¿Estamos todos locos?, pensé. Yo terminé hecha mierda al pedo. No era exactamente igual a esta situación, digo no habíamos salido una sola vez pero tampoco éramos nada en concreto. Así que quedate con el que no se dio y chau.
Pablo:- Está bien, te entiendo….. pero ¿me podés decir, por favor?
Andre:- Ah! Bueno …. ¡Sí que sos insistente querido! Mirá si tanto querés saber. A mi me molestó que dijeras la palabra CITA 7 mil veces en el transcurso de 3 horas….
Pablo:- ¿Eso? ¿Desapareciste por eso?
Andre:- Ponele que sí. Bueno, espero que haya satisfecho tu curiosidad. Me tengo que ir ahora. Ah! Y te regalo una, así como de Papá Noel: nunca uses riñonera. Es un repelente de minas. Feliz navidad, Pablo. (Agarré a Tomasa y empecé a irme)
Pablo:- Feliz navidad y si me volvés a ver en la plaza no te escondas. Prometo que no te voy a decir la palabra CITA nunca más.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Tell me why I don´t like Sundays

Ayer me levanté temprano, temprano. Me desperté a las 6.50 am, más o menos a la misma hora de todos los días, miré la hora en el celular y me dije “hija de puta es domingo. Volvete a dormir, querés”. El reto me duró poco menos de 2 horas. A las 8.30 ya tenía los ojos más grandes que los de una lechuza. Entonces como vi que la cosa no tenía retorno decidí que era un buen momento para ver una serie en la cama. Me miré un capítulo de Lie to me y después de eso me levanté. Preparé el desayuno, un bowl lleno de granola más lo que encontré en la heladera más mate.
Le abrí la ventana a Tomasita que se puso como loca y empezó a ladrarle a todo lo que se moviera. La reté un poco hasta que me cansé y la dejé ser. “Si con esto no resulta la hago fumar así pierde capacidad pulmonar”.
Después de que terminé la primera pava de mate y en vistas de que no tenía nada mejor para hacer me agarró un ataque de esos de “los domingos la soledad desespera”. Ya ni el tener que retar a la cuadrúpeda me salvaba, la muy malparida se había puesto a dormir al lado del sillón. Entonces empecé a pensar estupideces conocidas, de ésas que pueden asaltar a las solteritas a las que no nos quedan más amigas ni hermanas solas. Sin dudarlo me decidí a cortar por lo sano. Me vestí, agarré a la can y me fui a la plaza. Al mal domingo, buena cara. Estaba dando la vuelta con la perra cuando lo vi a Pablo. Sí, el del labrador. Sí, el que no pasó la milanesa tester. Sí, el de la CITA. Y como si fuera poco, él también me había visto.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Lucecitas

El otro día terminé en el bazar con Madre porque me quiso comprar un arbolito de navidad tal como había hecho con mis hermanas. Para toda persona que se esté por mudar o hace poco que lo haya hecho, el bazar es como el templo de la perdición. Una se quiere comprar todo y cuanto menos sirva pero más lindo parezca, mejor.
En el templo de la perdición Madre señaló mil y un modelos a los que yo debería llenar con bolas, guirnaldas y lucecitas. Mientras más veía y más hacía cuentas, más me entusiasmaba con individuales de animalitos, especiales para nenes que van al jardín o para boludas grandes como una, cortinas de bolitas, cosas con lentejuelitas y así. Y entonces de repente encontré la excusa:

Andre:- Y con Tomasita, no sé….
Madre:- Tenés razón, va a romper todo.
Andre:- Claro todavía es muy chiquita
Madre:- Bueno elegite uno de ésos chiquitos … mejor que anda es.

Elegí uno de alambre de unos 40 ó 50 cms de alto. Con eso ya dejaría conforme a Madre. Cuando vi el precio del chirimbolo en cuestión, casi me muero. “A la mierda que se cotiza la navidad en miniatura. Igualmente sigue siendo más barato que uno de los convencionales”

Andre:- Bueno ese. Y ya que estamos unas lucecitas, ¿dale?

Elegí dos cajas de luces amarillas. Las luces de un solo color, sin música y en lo posible sin intermitencias son lo que más me gusta de la navidad.
Llegué a mi casa y empecé a pensar dónde podría colgarlas. No tengo baranda de balcón, ni en pedo las comparto con el alfeñique de mi vecino y las pongo en el pasillo, tampoco las voy a colgar como si fueran guirnaldas en el medio del comedor.

Andre:- Ma sí, yo las cuelgo en la reja de la cocina que da al patio.

Y a la aventura me lancé. Colgué las lucecitas en las pocas rejas de la cocina por lo que podía dar mil millón vueltas con una sola caja. Cuando terminé, agarré el melón de la heladera, lo corté, apagué todas las luces y comí a la luz de las lucecitas. A veces una es feliz con tan poco, che. Sólo hace falta dos o tres rodajas de melón y una caja de lucecitas amarillas.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Chernobyl

Llegué a Corrientes y Callao un poco tarde porque en el bondi me asaltó un ataque de femeneidad que hizo que pasara por un Farmacity antes. Me compré una maquinita de afeitar y me metí en el baño de Mc Donalds para rasurarme los pelos de las piernas. Sabía que me iba a arrepentir cuando me volvieran a crecer, pero bueno.

Andre:- Perdón, se me hizo tarde
Mariano:- Todo bien, ¿pedimos?
Andre:- Dale. Pero esta vez invito yo. Vos pagaste la bondiolita.

Salimos con nuestros cucuruchos en la mano, bueno en realidad él cucurucho y yo vasito; no sólo tenía el dedo mocho sino que además contaba con un doctorado en inmotrcidad y una tremenda tendencia al enchastre. Así que decidí por jugarme a lo seguro.
Empezamos a caminar íbamos hacia ningún lado y ahí aproveché para preguntarle todas esas cosas de vital importancia. Resultó que Mariano era músico y que trabajaba aparentemente de eso mismo. Este último punto no me había quedado muy claro, pero en fin. Terminamos nuestros helados y empezó a aparecer esa percepción de se siente, se siente el arrinconazo está presente”. Ni terminé de intuirlo que tenía a Mariano encima…. “Mmmm apa esto no está nada mal”. Nos despegamos, nos miramos, volvimos a caminar, hicimos menos de media cuadra y no aguantamos más. Reincidimos. Eso ya se estaba convirtiendo en espectáculo …..

Mariano: - Estamos a dos cuadras de mi casa
Andre:- (Ilusa! Claro, caminando hacia ningún lado… ) ahá….

Hicimos las dos cuadras, él abrió la puerta y …

Mariano:- Voilá!

Miré la casa de Mariano. Si la mía era Kosovo, la de él era la suma de Hiroshima, Nagasaki y Chernobyl. En ese lugar había malformaciones genéticas. Mariano de repente se me representaba como la imagen del músico bohemio, la mugre atómica que había en su casa no hacía más que perfeccionar el retrato. “Y yo que me preocupaba por unos míseros pelos en las piernas, Zeus!
No tuve mucho tiempo más para examinar nada. Menos mal, porque de haber sido así el cuerpo me hubiera empezado a picar antes. Llegué a mi casa, me bañé. “Si alguna vez repito con Mariano, no será en su casa. De eso estoy segura

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Entonces?

Cuando leí esto último de que Mariano quería venir a mi hogar entré en pánico y empecé a hacer lo que hago siempre en estas circunstancias... hablarme:

Andre mala onda:- Porque vamos…. ¿Quién conoce a este tal Mariano, eh? ¿Qué sé de este flaco, eh? ¡Nada! Resulta que Mariano no es más que un pibe que conocí en el subte hace unos días ¿Y si es un viudo negro o algo así, eh? ¿O si es un extrarrestre que quiere hacerse de mi cuerpecito para estudiarlo, eh? Pedazo de pelotudo si resulta ser extraterrestre…. Habiendo tanto buen cuerpo para examinar ¡hay que venir a elegir el mío!
Andre con onda:- ¡Pero vos sos pelotuda, querida eh! ¿No era que este pibe sí te gustaba? ¿No era que pasó lo de la milanesa tester, eh? De última le decís a Tomasita que lo ataque. By the way flor de problema vas a tener con la can si alguna vez el flaco se queda a dormir y osa dormir en la parte de la cama de la cuadrúpeda……
Andre mala onda:- ¡Pero la pelotuda sos vos! ¿De dónde sacaste que el pibe se va a quedar, eh? Ja! No me digas que ya te compraste la imagen del pibe, vos, la casa de la escalera de madera y el perro blanco, eh?….. aparte ¿vos viste esta casa? ¡Es Kosovo, linda! Por no mencionar que no estás en condiciones bellísticas de tener ningún tipo de acción, ¿vos te viste los cardos de las piernas? Y con el dedo así no podés emprender la operación cera y a esta hora dónde vas a conseguir una depiladota, eh?
Andre con onda:- Repito ¿pero no era que este pibe te gustaba? ¡Entonces pensá algo, mamerta! Y sabés qué, más vale que hables con tu amiga la que sabe de pibes y empieces a tomar clases de esto de ser minita, ¿tamos?. Y ahora contestale algo al pobre Cristo ese, eh!

En eso el escuché ruidito del MSN

Mariano:- ¿Entonces?
Andre:- Entonces esperá. Tengo una idea mejor. Dame 40 minutos y nos vemos en Corrientes y Callao, podemos ir al Volta de Santa Fe o a un Freddo, ¿querés? Tengo ganas de salir ahora así me olvido de todo el episodio dedo ensagrentado….
Mariano: - ¿Y tu presión?
Andre:- No te preocupes, me tomo un vaso del Villa del Sur pera (porque coca no tengo) con azúcar y me como los dos paquetes de Mogul que tengo en el cajón. Voy a estar bien. Lo sé. No es la primera vez que me pasa.
Mariano: - Dale, en 40 minutos entonces. Y cualquier cosa que necesités te dejo mi teléfono, no vaya a ser que te desmayes por la calle y eso…

Agendé el celu (acaso se pensaron que lo iba a transcirbir, eh?! Un poco de privacidad, por Zeus!) y le mandé un mensaje de esos brillantes que se mandan en estos casos “Soy Andre… este es el mío”. Me puse unos jeans (bastante ajustados para ser yo), una remerita de espalda rara que no sé quién me regaló y me dio fiaca cambiar, agarré la bandolera roja, las ojotas y me fui pensando que era verdad que no sabía casi nada de Mariano. Es que para variar había sido un poco verborrágica la vez de la bondiolita. Sólo sabía que se llamaba Mariano, que viajaba en la B, que iba por algún motivo a Sociales y que debería tener unos 32 más o menos. Que le gustaba ir a recitales, ver películas y que había viajado de mochilero por Europa como yo (aunque técnicamente yo usé valija de rueditas). Pero …. ¿Dónde vivía? ¿Estudiaba? ¿Trabajaba? ¿De qué vivía? Bueno de todo eso no sabía nada….

viernes, 11 de diciembre de 2009

Cosas que pasan, si sos yo … o si tenés un doctorado en (in)motricidad fina y de la otra como yo

El otro día volví a mi casa bastante cansada y con ganas de comer algo un poco más sustancioso. El tema es que desde que vivo sola me la paso a ensalada, no porque sea una fanática de mi cuerpo, porque vamos quién podría ser fanática de un cuerpo como el mío, eh?!, sino porque es lo que menos ensucia. No deja planchas para lavar, ni asaderas, ni cacerolas, ni cacharros, se prepara rápido, todo cierra.
Entonces abrí mi freezer y lo único que encontré ahí fue un tupper con unas milanesas de andá a saber cuándo. “Buá, es lo que hay”. Prendí la compu y me lavé las manos. Volví al tupper, lo abrí y ahí apareció la cuestión. Las milanesas estaban pegadas. “¡Es un trabajo para el Tramontina! ¡Sí, sí, sí el Tramontina! “Así que abrí el primer cajón (porque en toda casa que se precie de tal los cubiertos están en el primer cajón), saqué un Tramontina y puse manos a la obra.
En eso siento la ventanita del MSN, era Mariano “menos mal porque ya estamos como a miércoles, querido”

Mariano:- ¿En qué andás?
Andre:- Luchando por despegar una milanesa de la otra para poder ponerla al horno. ¿Vos?
Mariano:-
Nada, boludeando. Che …. Sabés? La pasé bien con vos el otro día.
Andre:- Sí, yo también. Me bancás un cacho que soluciono el temita pegatina de milanesas y vuelvo …. ¡Muero de hambre!
Mariano:- Ok …

Retomé la ardua operación de separar esos dos engendros empanados. Estaba dale que dale con el Tramontina tratando de mandarlo al medio pero las muy hijas de puta de las milanesas no querían ni hacerme un huequito. En eso apareció Tomasita y empezó a morderme los talones. Finalmente logré introducir el Tramontina en el medio, iba casi por la mitad y …..

Andre:- AYYYYYYYYYYYY! PUTA QUE TE PARIÓ! AYYYYYYYYYYY!

De inmediato borbotones de sangre empezaron a brotar de la yema de mi índice izquierdo. “Y la yema sangra como la mierda. Ay! me empiezo a sentir floja Ay! empiezo a temblar! Ay! necesito parar esta sangre, necesito no verla más”
Corrí al baño, encontré alcohol pero no había ni gasa ni algodón ni nada que se le pareciera. “Necesito encontrar algo para no verme más la sangre La sangre siempre hizo que mi presión se vaya al carajo y más si la que sangra soy yo. “Bueno, pensá rápido Andre, pensá… ¿qué podés usar para parar esto?” En eso escuché ventanita del MSN …

Mariano:- ¿Vivís?

Volví a la cocina. Agarré la azucarera y empecé a tirarme azúcar como loca arriba del dedo. Alguna vez habré leído o escuchado o alguien me lo habrá dicho o simplemente lo habré soñado (esa es la explicación que le doy a todo lo que no puedo explicar) que el azúcar hace cicatrizar o ayuda a parar la sangre o no sé.

Mariano:- ….. ¿?
Andre:- Perá, perá que tuve un accidente. Me sale sangre, me baja la presión….

Mientras escribía eso el teclado empezaba a tornarse un poco pegajoso y la fucking sangre no paraba, no paraba “claro es que si seguís moviendo el dedo no va a parar, ¡boluda!”
Volví al baño “a falta de algodón, buenas son las toallitas femeninas, menos mal que soy minita” Abrí el paquete de Siempre Libre y saqué una. La rompí y salió el algodón más choto del mundo de ahí adentro. “No hay otra cosa” Puse el dedo abajo del agua, lo limpié, la tapita de la piel rebanada se movía como si estuviera arriba del Samba. Me tiré alcohol en la herida y empecé a soplar mientras gritaba “puto Tramontina es tu culpa” y volvía soplar. Tapé con el algodón la cosa mientras hacía presión con la otra mano para parar la hemorragia. Volví a la compu

Mariano:- Decime dónde estás que te llevo una curita, un cuarto de helado y un pote de dulce de leche para subirte la presión …

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Finalmente, el Chico de la B

Llegué a Santa Fe y Callao tal como habíamos quedado. Al principio no lo reconocí. Es que quise hacerme la linda y sacarme los lentecitos rojos para que se vieran en todo su esplendor mis pestañas con rimel y mis agraciados ojos (Madre siempre dice eso de mis ojos de color mierdolado). Bueno, como la cosa no dio resultado, sencillamente volví a ponerme los anteojos y ahí lo vi.
Mariano me sorprendió para bien. Parecía más lindo de lo que lo recordaba. Era como si la regla del boliche, esa que hace que te llevés flor de chasco cuando ves al flaco a la luz del sol, se hubiera invertido. Pensé que podía ser la ropa que tenía puesta, o la postura o no sé. Después me acordé que podía estar ovulando “¡Claro! ahí me cerró todo.

Andre:- ¡Hola Chico de la B!
Mariano:- Mariano…. Podés decirme Mariano
Andre:- Está bien, chic… digo Mariano
Mariano:- Está mejor así. Vos también estás mejor así. Menos mal que te sacaste esos pantalones enormes.
Andre:- Gracias… pero no me digas mucho que me pongo colorada y te empiezo a desconfiar. ¡Mierda! ¡Otra vez dije lo que no tenía que decir!
Mariano:- Andre…. ¡Estás colorada! ¿Qué es lo que no tenías que decir?
Andre:- Nada, eso del desconfío. Nunca voy a aprender que algunas cosas se guardan para Locóloga o para amigas o para lo que sea ¡pero no para esto!
Mariano:- No pasa nada. Entonces, ¿ya elegiste película?
Andre:- Sí estaba pensando en una francesa, de ésas que nadie conoce. Hay una que se llama “Hablame de la lluvia”. No sé qué onda, peeero
Mariano:- Dale, si vos querés yo no me opongo.
Andre:- Mariano, ¿no vas a proponer otra? ¿Vas a aceptar esta bosta atómica que elegí y que nadie conoce?
Mariano:- Bueno, si no te iba a decir de ir a la muestra esa de arte abstracto, ¿te enteraste?
Andre:- ¡Ay, Mariano!…. No me digas que sos de ésos.
Mariano:- ¿Cuáles ésos?
Andre:- Los proyectos de intelectualoides. Ahora me acuerdo que vos ibas a sociales. ¡Decime que hablás como una persona normal! ¡Asegurame que no elegís las palabras más complejas para decir algo! ¡Por favor, decime que sos capaz de repetir cuando te digo que no te entiendo y no te perdés en tu propio discurso! ¡Es muy sociales eso!
Mariano: - jajajaja! Sí, yo también odio eso. Y la verdad es que yo también pienso que esa película pinta bosta atómica. Y lo de la muestra sólo lo dije para ganarte. No tengo ni un poco de ganas de ir ahí. Pero bueno, quería ser caballero y esas cosas.
Andre:- Hagamos algo…. Vos dejás eso de la caballerosidad, yo dejo estos tacos, me pongo las ojotas y todos felices. Sospecho que no nos hará falta cine Mariano. Creo que vamos a poder hablar sin necesidad de haber visto una película para comentarla. Porque vos sabés que el cine en estos casos se usa para eso, ¿no?
Mariano:- ¡Claro! Buenísimo. Compro ojotas, nada de caballerosidad y nada de cine. Me gusta esto de la anti salida…. Digo nada de clichés … ya sé, podemos ir a la parrilla donde voy con los pibes. Comemos choripán y yo no te abro la puerta, menos que menos te corro la silla.
Andre:- Si me llegaras a correr la silla, huyo de vos por anacrónico. El temita de la puerta ya lo revisé en terapia, pero no puedo asegurarte nada. Lo de la parrilla esa, no me molesta. Eso sí yo voy con un bondiopan. Es glorioso el bondiopan. Ahora quiero dejar en claro que una cosa es no caballerosidad y otra que me trates como un pibe, ¿estamos?

Nos sentamos en un banco de plaza y yo me cambié los zapatos. Mariano me gustaba cada vez más. El tema de la anti salida me gustaba cada vez más. El bondiopan siempre me pudo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

La Previa II

El viernes me las ingenié para salir lo más desapercibida que pude de la ofi. A eso de las 18.30, cuando muchos ya se habían ido me encerré en el baño. Me cambié la ropa, no sólo que me puse el jean ajustado, sino que también me puse tacos, rimmel en las pestañas, brillito en los labios y un poco de perfume. No mucho. Una cosa es oler rico, otra apestar. Aunque la peste sea con olor a perfumito, no deja de ser peste. Bajé rápido por las escaleras no quería que nadie me viera, saludé a los gritos. Y mientras lo hacía pisé mal y me doblé un poco el tobillo:

Andre:- ¡Mierda!
Compañeritos:- ¿Qué te pasó?
Andre:- Nada, pisé mal nada más. Ya se me pasa.
Compañeritos: - Ah, bueno. ¿Qué te pasó?
Andre:- ¡Nada ya les dije!
Compañeritos:- ¿Y entonces porqué estás con tacos y pintada? ¿Adónde vas?
Andre:- (colorada como un tomate) Menos averigua Dios y perdona.

Salí corriendo. No me importaba el pie, el dolor, ni nada. Igual a la cuadra me di cuenta de que tenía que parar porque si no lo hacía no habría desodorante ni perfume ni artificio que resistiera.
Me paré para esperar el 106. Nos íbamos a ver con Mariano en Santa Fe y Callao y después veríamos qué onda. En la parada había un señor, porque tendría unos 40 lo cual lo convertía en un señor:

Señor de unos 40: - ¡Epa, pero qué linda que estás! Si fuera él yo te diría que sí, sin pensarlo.
Andre (anonadada: - estas cosas a mi no me pasaban. - pienso): - ¡Gracias! Creo que es la primera vez que le contesto un piropo a alguien …. Porque me estás piropeando, ¿no? ¿O soy tan ridícula que me subí a un bondi que no me deja?
Señor de unos 40:- Sí, sí. Te estoy piropeando, quedate tranquila.
Andre:- ¡Ah, bueno! Menos mal. Es que como no dijiste “nena vas a una fiesta de cumpleaños por los globos” o “te chuparía toda” o porquería similar, no estaba segura. Es que no sé qué se hace en estos casos. También me descoloca un poco que no seas un viejo libidinoso o un obrero, sin desmerecerlos claro. Ellos no se imaginan lo bien que le hacen a mi inestable autoestima. Incluso diciendo esas asquerosidades.
Pero lo tuyo es diferente.
Señor de unos 40:- ¿Diferente?
Andre:- Claro, el tuyo entra en la clase de piropos aceptables. Por eso no sé qué se hace en estos casos. Digo, ¿me hago la linda y hago como si nada? ¿Te sonrío? ¿Te contesto? ¿Te devuelvo el piropo? ¿Qué hago? No sé. Pero hay algo que sí sé, claramente estoy mayor. Digo si tuviera 15 ni me haría esta pregunta. Sencillamente hubiera seguido caminando mientras pensaba en que eras un viejo baboso. Ahora a los 27, se ve que la cosa cambia. No sólo que te contesto, ¡sino que me quedo hablando!
Señor de unos 40:- Menos mal que no tenés 15, entonces.
Andre:- Sí, menos mal. Estaría llena de granos por lo que jamás se te hubiera ocurrido decirme nada. ¡Apa! Viene el 106. Me tengo que ir. ¡Chau!
Señor de unos 40: - Lástima. Esperá. Tomá (saca una tarjeta y me la da). Por si el chico de hoy no funciona, o sí, no sé. Siempre es bueno mantener las opciones abiertas.

El 106 paró al lado del cordón. Mi ego y yo no entrábamos por la puerta. “Si esto no es ir a una cita con confianza … no sé qué lo sería

viernes, 4 de diciembre de 2009

La Previa

Ayer volví del trabajo y di vuelta todas las cajas porque todavía carezco de placard, ropero o similar. Busqué, busqué y busqué. Me probé más ropa que una modelo y de a poco me fui comportando cada vez más como una minita. Mariano había hecho eso. Mariano ME había hecho eso. No sólo había logrado que cerrara la boca un par de días lo cual se notó directamente en mi panza, sino que también había conseguido que pensara cuál bombacha iba con cuál pollera para que no se me marcara. Ahí descubrí el mundo de la bombacha y que la elección de tal prenda nunca pero nunca debe ser dejada al azar. A ver, yo sé que tengo algunas reservadas para esos días, unas como que agarran más, pero nada más. Yo no tenía bombachas para pantalón ajustado, para pantalón bajo, para pollera… ¡yo sólo tenía bombachas!
Esto resultó ser mucho para mi que soy conocida por arreglarme más rápido que un pibe. Como no pude (ni puedo) soportar tanta femeneidad junta, decidí hacer un parate en la tarea de mirarme al espejo para ver “cómo me queda”. Entonces decidí que era necesario tomar una medida drástica, algo que emparejara la cosa. Algo como bien de macho. Me pareció buena idea poner un canal de deportes. Mirar uno de esos partidos de China ataca Kanchatcka que no le importan a nadie mientras tomaba una cerveza bien fría que habría de abrir con los dientes y comía salamín picado grueso en ojotas. Obviamente que sólo me pareció buena idea, porque yo no tomo cerveza. Bah! Bueno a veces sí. Digamos que para mí la cerveza es como el cine francés para algunos tipos: Un medio para un fin. Por lo que sólo la paso en dos ocasiones: cuando quien me la ofrece me interesa especialmente o cuando quiero envalentonarme un poco y no hay otra cosa y está el que me interesa especialmente. Obviamente que menos que menos la abro con mis dientes… con el miedo que le tengo al dentista! Torturador frustrado! Ni en pedo! Y salamín en mi casa no hay, así que menos que menos. Igual hice el parate, puse dos minutos y medio el partido que inmediatamente cambié por el video de “Girls just wanna have fun” de Cyndi Lauper, me agarré un bowl lo llené de frutas y le eché kilos de granola y fui feliz. Como tenía ron de la otra vez, le tiré un poco de eso y fui aún más feliz.
Minutos después con mis sentidos un poco disminuidos, cualquier cosa que me probara me parecía linda. Es que lo que había empezado por ser un poquito de ron en un bowl terminó en una licuadora de daikiris que tomé yo solita cosa que hizo que los dos días de me hago la que no como nada terminaran en la mismísima mierda. Así que no lo pensé más. Como habíamos quedado con Mariano para cuando saliera de la ofi, agarré y puse en la mochila el jean más ajustado que encontré, la remerita roja escotada y el bandeax (que es esa cosa que se pone una para que no se le vean tanto las tetas, pero que a la vez te las junta tanto que no sé qué es peor). Me acordé de que tenía los tacos que mi hermana me había prestado y los puse también por las dudas. Incluso metí también el delineador, el brillito de labios (otra cosa es totalmente peligrosa en mis torpes manos) y el perfume. Una vez hecho todo esto, tanta cosa de minita se me hizo tan insoportable que decidí escaparme de la situación durmiéndome vestida con el último outfit que me había probado, una pollera ligeramente por encima de las rodillas con una remerita de un solo hombro, y los labios pintados.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El chico de la B ahora chatea

Chico de la B:- ¿Andrea, no?
Andre:- Sí, pero decime Andre por favor. Sino parece que madre me está tirando de las orejas.
Chico de la B:- Dale, Andre tonces. ¿Madre?
Andre:- Sí, tenemos ese trato con mi madre. Es eso o su nombre de pila. Si te la nombro como Silvia, nunca entenderías que es mi madre y tendría que escribir largo tipo “Silvia, mi madre” o “Silvia mi mamá” o “mi mamá Silvia” …. Y la verdad me canso de escribir….
Chico de la B:- Jajajajaj … no parás de sorprenderme. ¡Sos rara vos, eh! Mirá que decirle “madre” a tu madre….
Andre:- Vos lo dijiste … Madre a mi madre. La verdad es de raro…..
Chico de la B:- ¡Ah, encima me cargás, eh! ¡Así no vas a llegar a ningún lado!
Andre:- Ay! Perdón. Sí, soy medio lela a veces. Se supone que esto lo empiezo a hacer después de que nos conocimos un poco y eso. Esto teóricamente no viene en la parte en que me hago la linda. Si se lo cuento a mi amiga la que me instruye en esto de los tipos me mata. Es que yo hago bastante agua en este campo, ¿viste? Si alguna vez la conocés, no le digas que cometí esta aberración, por favor. Prometemelo…
Chico de la B:- Ay, no sé no sé….
Andre:- Bueno, bueno ……. (acá iba tu nombre que no me lo acuerdo, perdón otra vez) ¡Ahora no te me hagas vos el lindo! Mirá que en esta película ese papel ya tiene dueña y soy yo.
Chico de la B:- ¿Así que ni siquiera te acordás de cómo me llamo? ¡Si te lo dije!
Andre:- ¡Perdón! Sí, ya sé que me lo dijiste. ¿O porqué te pensás que me hago la victimita y te pido disculpas por adelantado, eh? Igual dejame decirte que vos no ayudás en lo más mínimo.
Chico de la B:- ¿Vos te olvidás y la culpa la tengo yo ahora?
Andre:- Claro. ¿Porqué te ponés Flecha Azul en el nick? ¿Qué te costaba poner tu nombre en vez de Flecha Azul, eh? ¿Tan difícil es poner en tu dirección tu nombre separado por un punto de tu apellido, ponele? ¿O tu nombre más el año de nacimiento? ¡Ves que no me ayudás!
Chico de la B: - ¡MARIANO!
Andre:- Ok, ok, ok. Ya te entendí. No es necesario que me grites. Y nuevamente te pido perdón…
Mariano:- Mmmmm no sé
Andre:- Te dije que no te hicieras el lindo.
Mariano:- Bueno, está bien te voy a perdonar pero con dos condiciones.
Andre:- Apa! El Chico de la B no sólo que pone una condición para que yo logre su perdón… sino que va a hacer doblete de condiciones…
Mariano:- ¡MARIANO!
Andre:- Ya sé. Sólo me gusta molestarte
Mariano:- Bueno, las condiciones son que salgas conmigo el viernes y …
Andre:- Bueno, pero sólo si me llevás al cine y si me dejás eligir la peli.
Mariano:- Eso es fácil. Hecho.
Andre:- Sí lo tuyo era fácil también
Mariano: - Te olvidás de algo
Andre:- ¿La segunda condición? Se ve que hacerme la boluda no funcionó….
Mariano:- Exactamente. Quedamos para el viernes y no vale que vengas con pantalón grande. Pollera, vestido, bermuda, lo que quieras. Pero nada de pantalón grande. Sólo se aceptan pantalones de tu talle.
Andre:- ¿Sabés que estás alimentando una anoréxica, no? Porque dejaré de comer hasta el viernes.
Mariano:- No siento culpa. Y además no te creo. No sos de ésas. Me lo dijiste en el subte cuando me contaste lo del helado y el dulce de leche, ¿no te acordás tampoco? ¡Y si vamos a comer no se te ocurra pedir ensalada!