Dancing with myself II

Pero vos sos loco que yo me voy a ir a bailar sola, eh? Nahhhhhhh! La cosa fue más o menos así, mirá:

Llegué a la parada. Esperé 2 minutos 33 segundos. Ahí:

Voz Interior: - Bueno, no va a venir. Volvete.
Andre:- Shhh! No te dije que te callaras vos, eh? Mirá ahí viene.
Voz Interior:- Ya te dije que yo no soy corpórea, por ende no tengo ojos Mamerta.
Andre:- Ah! No era el 37.
Voz Interior:- Por eso, una señal del destino. Como la vez que te quisiste hacer la Amelie y le quisiste devolver el cochecito ese que encontraste en la calle a su dueño pensando que iba a ser parecido al censista ese que nunca te vino a censar. Igual solamente a vos se te ocurre que un tipo de más de 30 podía ser dueño de un Hot Wheels, claramente el caballero no iba a pasar los 12 ó 14 ....

No quise discutir más con Voz Interior, porque yo papelones en la calle no te hago y me volví.
Eso sí, si yo no voy a la disco (uh! no soy re cool usando esa palabra?).... la disco (Voz interior:- No, no das cool. Das noventosa, o sea demodé Mamerta. Subite a la Montaña Rusa con Pauls y Duplaá querés?) viene a mi .....

Llegué a casa y lo primero que hice fue prender la radio. Rápidamente clavé el dial en Aspen. Es que los sábados te pasan Aspen Night Club, entendés?

Eso sí, nadie me sacó a bailar. Ni para manosearme un poco el culo nomás. Está bien que mucho no hay, pero bueno. Y eso que yo le cabeceé a Castigo unas cuantas veces ... Buá se ve que esta perra no tiene códigos......