lunes, 26 de marzo de 2012

End of a century

Y un día el Locólogo me dio el alta ... te digo algo creo que fue por la competencia.  Cuando pienso en que me cambió tres veces de horario en tres meses y que con todos los otros pacientes con los que me crucé tenían algún problemita como que pesaban 200 kilos, tenían unas cortaditas en las muñecas, no tenían mucha motricidad o caminaban raro, la única opción que me quedaba era pensar que fue por la gente esa que tenía problemas que Locólogo dejó de quererme.  Pero cómo podía yo competir con semejantes contrincantes por el amor de Locólogo, eh? Cómo?
Yo sabía que se venía el alta, me la venía venir pero no quería.  Yo sabía que eso de estar medio con el Musicólogo iba a hacer que Locólogo me cambiara por toda esa gente con problemas ... así que agarré y le fui con artillería pesada:  le conté que una vez a los tres años yo me había caído de la hamaca y que mi papá no me había levantado (con esto tengo que haber tentado al pequeño Freud ilustrado que todo locólogo tiene adentro!- pensé) y que entonces debió ser por eso que tengo algunas cuestiones con eso de los hombres  y que mi papá me había dejado llorando  y que ....  que al final, no alcanzó.  Locólogo me traicionó con una nena de 8 años que se le estaban separando los padres y se peleaban por la custodia a la que le dio mi horario ....
Injusticia!  pensé. 
Aunque bueno, la vida te da revancha, y la venganza es un plato que se come frío y que no me acuerdo más frases ... excepto la que me dijo el Musicólogo cuando explotó todo por el aire ....


2 comentarios:

  1. buuu...ahora me vengo a enterar que terminaste con el musicologo.... que pasoooo?? yo queria que sean felices para siempre!!! :(

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Si cada uno "hace lo que puede" ma' decí lo que se te antoje, querés!