martes, 27 de septiembre de 2011

Confesión


Ayer viajé todo el 112 envidiándole el pelo a una mina. Perfecto. No, no digo que está perfecto envidiar, che que yo hice el catequesis cuando era chiquita! Digo que la muy turra tenía el pelo perfecto y encima se paró al lado mío. Y estábamos las dos tet-a-tet o pelo-a-pelo, mejor. Ella con su cabello lacio, cortado en capas, sin puntas florecidas, con un color a lo butter toffer y yo con mi estropajito secándose a la buena de Dios con más puntas florecidas que Bariloche en plena primavera!

Ay, Zeus! Qué bajo que he caído ya ni siquiera envidio colas paradas, piernas esbeltas ni delanteras prominentes... ahora, a casi 100 de los 30 lo que envidio son cabellos bonitos!

Imagen vía: Descubriendo el Siglo XXI

1 comentario:

  1. Esos pelos de peluqueria! seguro salia de hacerse un schok de keratina o un alisado fotonoseque...lo natural es mas bello aunque raspe!

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Si cada uno "hace lo que puede" ma' decí lo que se te antoje, querés!