lunes, 7 de diciembre de 2009

La Previa II

El viernes me las ingenié para salir lo más desapercibida que pude de la ofi. A eso de las 18.30, cuando muchos ya se habían ido me encerré en el baño. Me cambié la ropa, no sólo que me puse el jean ajustado, sino que también me puse tacos, rimmel en las pestañas, brillito en los labios y un poco de perfume. No mucho. Una cosa es oler rico, otra apestar. Aunque la peste sea con olor a perfumito, no deja de ser peste. Bajé rápido por las escaleras no quería que nadie me viera, saludé a los gritos. Y mientras lo hacía pisé mal y me doblé un poco el tobillo:

Andre:- ¡Mierda!
Compañeritos:- ¿Qué te pasó?
Andre:- Nada, pisé mal nada más. Ya se me pasa.
Compañeritos: - Ah, bueno. ¿Qué te pasó?
Andre:- ¡Nada ya les dije!
Compañeritos:- ¿Y entonces porqué estás con tacos y pintada? ¿Adónde vas?
Andre:- (colorada como un tomate) Menos averigua Dios y perdona.

Salí corriendo. No me importaba el pie, el dolor, ni nada. Igual a la cuadra me di cuenta de que tenía que parar porque si no lo hacía no habría desodorante ni perfume ni artificio que resistiera.
Me paré para esperar el 106. Nos íbamos a ver con Mariano en Santa Fe y Callao y después veríamos qué onda. En la parada había un señor, porque tendría unos 40 lo cual lo convertía en un señor:

Señor de unos 40: - ¡Epa, pero qué linda que estás! Si fuera él yo te diría que sí, sin pensarlo.
Andre (anonadada: - estas cosas a mi no me pasaban. - pienso): - ¡Gracias! Creo que es la primera vez que le contesto un piropo a alguien …. Porque me estás piropeando, ¿no? ¿O soy tan ridícula que me subí a un bondi que no me deja?
Señor de unos 40:- Sí, sí. Te estoy piropeando, quedate tranquila.
Andre:- ¡Ah, bueno! Menos mal. Es que como no dijiste “nena vas a una fiesta de cumpleaños por los globos” o “te chuparía toda” o porquería similar, no estaba segura. Es que no sé qué se hace en estos casos. También me descoloca un poco que no seas un viejo libidinoso o un obrero, sin desmerecerlos claro. Ellos no se imaginan lo bien que le hacen a mi inestable autoestima. Incluso diciendo esas asquerosidades.
Pero lo tuyo es diferente.
Señor de unos 40:- ¿Diferente?
Andre:- Claro, el tuyo entra en la clase de piropos aceptables. Por eso no sé qué se hace en estos casos. Digo, ¿me hago la linda y hago como si nada? ¿Te sonrío? ¿Te contesto? ¿Te devuelvo el piropo? ¿Qué hago? No sé. Pero hay algo que sí sé, claramente estoy mayor. Digo si tuviera 15 ni me haría esta pregunta. Sencillamente hubiera seguido caminando mientras pensaba en que eras un viejo baboso. Ahora a los 27, se ve que la cosa cambia. No sólo que te contesto, ¡sino que me quedo hablando!
Señor de unos 40:- Menos mal que no tenés 15, entonces.
Andre:- Sí, menos mal. Estaría llena de granos por lo que jamás se te hubiera ocurrido decirme nada. ¡Apa! Viene el 106. Me tengo que ir. ¡Chau!
Señor de unos 40: - Lástima. Esperá. Tomá (saca una tarjeta y me la da). Por si el chico de hoy no funciona, o sí, no sé. Siempre es bueno mantener las opciones abiertas.

El 106 paró al lado del cordón. Mi ego y yo no entrábamos por la puerta. “Si esto no es ir a una cita con confianza … no sé qué lo sería

3 comentarios:

  1. jejejjejejejje q levante nena!!!!

    ResponderEliminar
  2. Opciones abiertas? Podría ser. Habría que conocer las intenciones de Señor de unos 40. Podría haber puesto ojos en usted como futura esposa con la cual encajarle al superpoblado planeta una prole numerosa de críos vocingleros, o podría querer simplemente acompañarla conversando en el colectivo hasta que llegue su parada (o en la parada hasta que llegue el colectivo), vaya uno a saber. Tal vez se conforme con poco, y no porque usted sea poco (está claro que no piensa eso), sino que tal vez se conforme con un poco de usted. Qué se yo.
    Finalmente: la tarjeta, ¿de qué era? (entiendo que es irrelevante respecto de la intención de estas líneas, pero no puedo resistirlo, molestar es mi naturaleza; y si ya pintó el cuadro, bien puede agregarle algún detalle más, no?) (una cosa más: tarjeta personal y colectivo da un poco contradictorio, por no decir trucho).
    A último momento se me ocurre esto: si son buenas las intenciones de Señor de unos 40, verá con agrado que usted no se conforme con poco, que siga buscando lo que quiere, y que tire al diablo su tarjeta o en todo caso lo busque en la parada cuando tenga ganas de conversar con alguien mientras espera el colectivo. Los señores de 40 en las paradas ya no esperan nada.

    ResponderEliminar
  3. Y si, es asi o estas re seca o te llueven hombres por todos lados! Muy buen blog

    ResponderEliminar

Si cada uno "hace lo que puede" ma' decí lo que se te antoje, querés!