viernes, 4 de diciembre de 2009

La Previa

Ayer volví del trabajo y di vuelta todas las cajas porque todavía carezco de placard, ropero o similar. Busqué, busqué y busqué. Me probé más ropa que una modelo y de a poco me fui comportando cada vez más como una minita. Mariano había hecho eso. Mariano ME había hecho eso. No sólo había logrado que cerrara la boca un par de días lo cual se notó directamente en mi panza, sino que también había conseguido que pensara cuál bombacha iba con cuál pollera para que no se me marcara. Ahí descubrí el mundo de la bombacha y que la elección de tal prenda nunca pero nunca debe ser dejada al azar. A ver, yo sé que tengo algunas reservadas para esos días, unas como que agarran más, pero nada más. Yo no tenía bombachas para pantalón ajustado, para pantalón bajo, para pollera… ¡yo sólo tenía bombachas!
Esto resultó ser mucho para mi que soy conocida por arreglarme más rápido que un pibe. Como no pude (ni puedo) soportar tanta femeneidad junta, decidí hacer un parate en la tarea de mirarme al espejo para ver “cómo me queda”. Entonces decidí que era necesario tomar una medida drástica, algo que emparejara la cosa. Algo como bien de macho. Me pareció buena idea poner un canal de deportes. Mirar uno de esos partidos de China ataca Kanchatcka que no le importan a nadie mientras tomaba una cerveza bien fría que habría de abrir con los dientes y comía salamín picado grueso en ojotas. Obviamente que sólo me pareció buena idea, porque yo no tomo cerveza. Bah! Bueno a veces sí. Digamos que para mí la cerveza es como el cine francés para algunos tipos: Un medio para un fin. Por lo que sólo la paso en dos ocasiones: cuando quien me la ofrece me interesa especialmente o cuando quiero envalentonarme un poco y no hay otra cosa y está el que me interesa especialmente. Obviamente que menos que menos la abro con mis dientes… con el miedo que le tengo al dentista! Torturador frustrado! Ni en pedo! Y salamín en mi casa no hay, así que menos que menos. Igual hice el parate, puse dos minutos y medio el partido que inmediatamente cambié por el video de “Girls just wanna have fun” de Cyndi Lauper, me agarré un bowl lo llené de frutas y le eché kilos de granola y fui feliz. Como tenía ron de la otra vez, le tiré un poco de eso y fui aún más feliz.
Minutos después con mis sentidos un poco disminuidos, cualquier cosa que me probara me parecía linda. Es que lo que había empezado por ser un poquito de ron en un bowl terminó en una licuadora de daikiris que tomé yo solita cosa que hizo que los dos días de me hago la que no como nada terminaran en la mismísima mierda. Así que no lo pensé más. Como habíamos quedado con Mariano para cuando saliera de la ofi, agarré y puse en la mochila el jean más ajustado que encontré, la remerita roja escotada y el bandeax (que es esa cosa que se pone una para que no se le vean tanto las tetas, pero que a la vez te las junta tanto que no sé qué es peor). Me acordé de que tenía los tacos que mi hermana me había prestado y los puse también por las dudas. Incluso metí también el delineador, el brillito de labios (otra cosa es totalmente peligrosa en mis torpes manos) y el perfume. Una vez hecho todo esto, tanta cosa de minita se me hizo tan insoportable que decidí escaparme de la situación durmiéndome vestida con el último outfit que me había probado, una pollera ligeramente por encima de las rodillas con una remerita de un solo hombro, y los labios pintados.

4 comentarios:

  1. Si la línea A no funciona, pruebe con el Chico de la Línea B.
    Ojalá sea felíz. Así por lo menos alguien lo es.

    ResponderEliminar
  2. Eres buena, muy buena!! Un post genial, que vaya bien el cine :D

    ResponderEliminar
  3. jejejjee, crei q era la unica q nose mira en el espejo y se viste comoda. Una vez me dijeron para estar linda hay q sufrir... :( jajajaja conta como te fue!!!!

    ResponderEliminar
  4. Esaaaaaaaaaa!!! Felicitaciones por el cambio de vestuario. Me alegro que te hayas divertido.
    Qué tal la cita?

    ResponderEliminar

Si cada uno "hace lo que puede" ma' decí lo que se te antoje, querés!