viernes, 18 de diciembre de 2009

Lucecitas

El otro día terminé en el bazar con Madre porque me quiso comprar un arbolito de navidad tal como había hecho con mis hermanas. Para toda persona que se esté por mudar o hace poco que lo haya hecho, el bazar es como el templo de la perdición. Una se quiere comprar todo y cuanto menos sirva pero más lindo parezca, mejor.
En el templo de la perdición Madre señaló mil y un modelos a los que yo debería llenar con bolas, guirnaldas y lucecitas. Mientras más veía y más hacía cuentas, más me entusiasmaba con individuales de animalitos, especiales para nenes que van al jardín o para boludas grandes como una, cortinas de bolitas, cosas con lentejuelitas y así. Y entonces de repente encontré la excusa:

Andre:- Y con Tomasita, no sé….
Madre:- Tenés razón, va a romper todo.
Andre:- Claro todavía es muy chiquita
Madre:- Bueno elegite uno de ésos chiquitos … mejor que anda es.

Elegí uno de alambre de unos 40 ó 50 cms de alto. Con eso ya dejaría conforme a Madre. Cuando vi el precio del chirimbolo en cuestión, casi me muero. “A la mierda que se cotiza la navidad en miniatura. Igualmente sigue siendo más barato que uno de los convencionales”

Andre:- Bueno ese. Y ya que estamos unas lucecitas, ¿dale?

Elegí dos cajas de luces amarillas. Las luces de un solo color, sin música y en lo posible sin intermitencias son lo que más me gusta de la navidad.
Llegué a mi casa y empecé a pensar dónde podría colgarlas. No tengo baranda de balcón, ni en pedo las comparto con el alfeñique de mi vecino y las pongo en el pasillo, tampoco las voy a colgar como si fueran guirnaldas en el medio del comedor.

Andre:- Ma sí, yo las cuelgo en la reja de la cocina que da al patio.

Y a la aventura me lancé. Colgué las lucecitas en las pocas rejas de la cocina por lo que podía dar mil millón vueltas con una sola caja. Cuando terminé, agarré el melón de la heladera, lo corté, apagué todas las luces y comí a la luz de las lucecitas. A veces una es feliz con tan poco, che. Sólo hace falta dos o tres rodajas de melón y una caja de lucecitas amarillas.

2 comentarios:

  1. Estoy escribiendo mi mundo…
    Me gustaria que formes parte de él.


    http://casiinvisibleatusojos.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Andre:- Bueno ese. Y ya que estamos unas lucecitas, ¿dale?

    "Y ya que estás"... :P

    ResponderEliminar

Si cada uno "hace lo que puede" ma' decí lo que se te antoje, querés!