Oh! Sí, sí, sí ....

Baniarse en plena ola polar es una de las decisiones más difíciles de tomar. Igual, tranquilos que me banio todos los días,eh! Bueno quizá algún domingo me haga medio la boluda pero nada más.
La cosa fue que hoy a la maniana me metí a la ducha así sin escalas. Casi que ni abrí los ojos que ya estaba abajo del chorro. Es que si lo hablás mucho con tu voz interior como que las ganas de baniarte se te van viste.....

Andre:- bueno, tendría que baniarme
Voz interior: - Sí, me parece bien. Y hacelo rápido eh!
Andre:- Pero hace frííííííííío!
Voz interior:- aham .... y?
Andre: - Eso que ponerme en bolas con este frío, no sé...
Voz interior: - Dejate de joder y andá a baniarte de una santa vez, querés! Y rápido, eh! Que no yo te conozco! Una vez que entrás, después no querés salir más...
Andre: - Bueeeeeeno, es que el agua está calentita y de sólo pensar en el fresquete de salir ....
Voz interior: - Ma dejate de joder y baniate de una vez querés! Y después cuando los yanquis te invadan porque les falta el agua no me digas que yo no te avisé, eh!

Así que bueno, derrotada después de la dicusión ahí estaba yo tal como Zeus me trajo al mundo abajo de la flor de la ducha y con los ojos cerrados porque desde chica que le hago caso a los sres Jonhson durante el operativo champú. Una vez que finalicé la fase champú, abrí los ojos para comenzar con la operación crema de enjuague y ahí los ví.
Estaban atrás de la cortina trasnparente del banio. La cosa estaba media difusa entre el PVC y el vapor pero pude divisarlos con claridad. Eran dos ojos que me miraban fijos. En ese preciso momento imágenes de Hitchcock, el cuchillo, capusotto y Quin Quin Quin, se cruzaron por mi mente.

Voz interior: - Tranquilizate pelotuda!
Andre:- Pero y si me quieren matar, eh?! Encima con este vapor no le veré la cara a mi asesino.
Voz interior:- No, definitivamente vos sos pelotuda, eh! Desde cuándo un asesino maulla, eh?!

Y ahí lo descubrí. Era Mugre, alias mi gato fisgón, que me miraba desde el lavatorio. Rápido agarré la toalla, me envolví y lo rajé del banio. Habrase visto, gato pajero.