jueves, 17 de junio de 2010

Diálogo de una noche de invierno

Ayer a la noche estaba durmiendo plácidamente hasta que:

Andre 1:- Me parece que tengo frío.
Andre 2:- Sí, sí. Tengo frío. Sino no me hubiera despertado.
Andre 1:- A ver si tengo las medias puestas ...
Andre 2: (me toco los pies) Sí, sí, sí las tengo.
Andre 1:- Es que si tengo frío en los pies, tengo frío en todo el cuerpo. Es así.
Andre 2:- Bueno podés ir a buscarte otra frazada. En el placard hay una.
Andre 1:- ¿Estás loca? ¿Salir de la cama con este frío?
Andre 2:- Bueno, querida ... si querés dejar de tener frío puede que sea una buena opción, ¿viste?
Andre 1:- ¡Frííííío!

En eso me acuerdo del gato. Mugre dormía en la otra parte del sommier de dos plazas al pedo.

Andre 1:- ¡Mugre, Mugre!

El muy malparido no se acerca.

Andre 1:- Ya sé. Usaré el universal..... ¡Mish! ¡Mish! ¡Mishi!

El muy malparido viene.

Andre 1:- ¿Para esto me gasto en ponerte un nombre, eh? ¿Para que vengas cuando te digo "Mish"?

Me pongo al gato Mugre, alias Mish, en la espalda. Santo remedio. Se me va el frío ....

Andre 2:- Bueno, también estaría bueno tener un señor que me abrazara en estas ocasiones. Y en otras, claro.

Andre 1:- Aunque bueno ... Mugre viene cuando le digo Mish, duerme en la cama en invierno cuando hace frío, en verano se va solito a dormir en la cerámica que es más fresca, yo cierro la puerta y me prendo el aire, cuando jode lo saco al patio y chau ...

Andre 2:- Creo que tenés que reveer seriamente algunas cositas...

Andre 1:- Claro, para eso le pago a la locóloga. Sí, para eso y para que me levante la autoestima y me diga que todo está bien cuando estoy medio deprimida.


Fragmento extraído directamente de Diálogos Internos, capítulo "Una noche de frío"

2 comentarios:

Si cada uno "hace lo que puede" ma' decí lo que se te antoje, querés!