viernes, 16 de octubre de 2009

No tendré marido, ni novio, ni concu peeeero ….

Entonces yo juro que intento educarla a la cudrúpeda, te lo juro. Trato de que tenga buenos modales, de que no sea excesivamente hinchapelotas, de que aprenda a quedarse afuera, de que no muerda ni sea mala con los nenes ni con los otros perros, de que no le reviente la varice a mi abuela, de que no mate de amor al felino, de que no use mi mano o mi pantalón o mi ropa o mis zapatos o mis muebles o lo que sea de mordillo, de que haga pis y caca en el patio ….. pero bueno todo no se puede. Hay algo que no puedo enseñarle. No me sale, me da cosa, qué sé yo. Es que el animal me puede, no sé.
La cosa es más o menos así. Yo me voy de casa tempranito a cumplir mi horario laboral más que ordinario, un clásico de 9 a 18, y después me quedo por ahí haciendo cualquier cosa, no importa qué. Pero es casi seguro que antes de las 10 de la noche no vuelvo.
Ni bien escucha el ruido de la llave en la cerradura Tomasita empieza a ladrar como loca. Yo me apuro y le abro la puerta del patio. Ahí viene la parte de la fiesta/ dejate de hincharmelosovarios no ves que me lastimás, carajo! Y eso. La acaricio un rato y me pongo el pijama. Preparo la comida para los tres: Mugre, ella y yo. Miro alguna que otra pelotudez o me entretengo con vaya uno a saber qué y se hacen tipo la 1 y nos vamos a dormir. Ella salta a la cama y ya no puedo (ni quiero, seamos sinceras) deshacerme de la can. Entonces la voy corriendo a los pies. Porque bueno una es buena pero no boluda, claro. Una cosa es que des una mano y otra que te tomen el brazo entero. Le acomodo su frazadita a los pies de la parte inutilizada del sommier de dos plazas al pedo porque yo duermo en posición fetal, y nos dormimos.
Al día siguiente a eso de las 6.30 cuando el sol empieza a entrar por la ventana, que no baja del todo porque se trabó y todavía no encontré caballero para hacerme la damisela en apuros, me doy vuelta entreabro un poco los ojos y me encuentro con un hocico que está usurpando mi almohada:

Andre:- ¡Tomasita! ¡Qué hacés acá! ¿No te dije que te quedaras allá abajo, eh? ¿Y qué es esto? ¡Por Zeus! ¡Me estás abrazando! ¡A bra zan do! ¡Sacá la pata de mi cuello, querés! Ay, querida! Cuándo vas a aprender eso de que si hay miseria que no se note!!!! Qué no se note!!!

4 comentarios:

  1. me encanto... pobre... necesita cariño!!!

    ResponderEliminar
  2. Jjajjajajaj, cosita linda! foto de tomasita

    ResponderEliminar
  3. Yo duermo en posición fetal, y mi gata se acuesta justo en el medio, para quedar bien calentita y apretada, como cucharita... Pero le recomiendo, eduque a los bichos... porque ahora está sola, pero que problema cuando tenga visitas!!! (yo sé porqué se lo digo)

    ResponderEliminar

Si cada uno "hace lo que puede" ma' decí lo que se te antoje, querés!