lunes, 18 de enero de 2010

Lunes por la madrugada

Eran tipo la 1.30. Yo tenía los ojos entreabiertos. Estaba como a medio dormir. De fondo la tele en canal 13 que pasaba un programa malísimo sobre cirugías o implantes dentales o no sé qué.
De repente PUM!. Escucho un ruido fuerte y más que desconocido, nada familiar. Me despierto sobresaltada. Me cago en las patas bah!. Dudo entre abrir la puerta o hacerme la dormida. Tomo coraje (como una boluda no llevo nada más que el camisón. Ni objeto punzante, ni algo con qué pegar, nada. La mamerta va con el camisón ese que parece de fiesta, el de raso y listo.), abro la puerta. La veo a Tomasita tranquila, tirada en el pasillito del repartidor. La acaricio. Ahí me volvió el alma al cuerpo. “Si Castigo que le ladra a todo lo que se mueve está tranquila, está todo bien. Bueno, es eso o la endrogaron los muy mal paridos. Bueno es eso o soy testigo de alguna actividad paranormal”.
Vuelvo a la cama de dos plazas al pedo y me encierro con el aire. Me sigo debatiendo entre la paranormalidad y el endrogamoento. Agarro el celu y escribo “¡Ayuda!” Lo dejo en el número de celu de Gustavo, por las dudas. Me duermo con el aparatejo en la mano y el canal 13 prendido. Estaban hablando de implantes capilares.

1 comentario:

  1. jajaaajaja, q cagona jajajajajjaja pero divertido, bue la proxima la sarten bajo la cama...

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Si cada uno "hace lo que puede" ma' decí lo que se te antoje, querés!